El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 11 de septiembre un nuevo paquete de sanciones contra Corea del Norte, propuesto por EEUU, que afecta severamente la capacidad de ese país de las exportaciones e importaciones.
"El nuevo reforzamiento de sanciones no nos da placer, no buscamos una guerra", afirmó Haley.
Agregó que "el régimen norcoreano no atravesó todavía el punto de irreversibilidad" en las relaciones con otros países.
Sin embargo, la embajadora estadounidense ante la ONU advirtió que Washington responderá con más presión sobre Pyongyang si el Gobierno norcoreano no cesa sus acciones peligrosas.
La resolución, votada el 11 de septiembre por los 15 países miembros del Consejo de Seguridad, establece un embargo a las exportaciones de productos textiles norcoreanos y a las importaciones a Corea del Norte de gas natural licuado y de gas natural comprimido.
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Se limitan asimismo las cantidades de petróleo crudo y de productos refinados que se pueden vender a Corea del Norte.
El 3 de septiembre, Corea del Norte anunció la realización de una prueba con una bomba de hidrógeno capaz de ser colocada en misiles balísticos intercontinentales.
Fue el sexto ensayo atómico desde que el país se proclamó potencia nuclear en el año 2005; los anteriores tuvieron lugar en 2006, 2009, 2013 y dos en 2016.
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Desde principios de año, Pyongyang también realizó 13 pruebas de misiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU.