"Hemos aumentado los ingresos públicos 2,5 veces", indicó. Asimismo, destacó la importancia de la creación en Ucrania del "sistema de declaración electrónica más grande del mundo".
Se prevé que en la tercera semana de septiembre concluya la creación del Tribunal Supremo de Ucrania, con una cámara anticorrupción. No obstante, el presidente del país eslavo no apoyó la idea de los políticos europeos de crear en Ucrania un tribunal anticorrupción. Según el alto funcionario, la creación de tribunales de este tipo no ha demostrado su eficacia en otros países en desarrollo.
A su vez, el presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Suma Chakrabarti, indicó que Ucrania "debe hacer mucho más para reforzar la lucha contra la corrupción". El funcionario explicó que Kiev ya no puede aplazar las reformas, así que "es necesario reestructurar la economía hoy".
Desde el año 2015, Kiev ha recibido cuatro tramos de ayuda financiera del FMI por un valor de 8.700 millones de dólares por los "resultados concretos" de su lucha contra la corrupción. No obstante, ahora corre el riesgo de quedarse sin el quinto tramo, ya que Occidente no está contento con las reformas actuales.
En una entrevista con el periódico Ekonomícheskaya Pravda, el director adjunto superior del FMI, David Lipton, indicó que Kiev "está obligado" a crear el tribunal anticorrupción.
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Ucrania ya cuenta con una Comisión Nacional Anticorrupción, así como con la Fiscalía Especializada Anticorrupción. Sin embargo, la creación de tribunales supremos y anticorrupción debe convertirse en la fase final de las reformas que son apoyadas, en primer lugar, por Washington. Así, la Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU invierte en la formación de empleados para las organizaciones anticorrupción ucranianas.
Según declaró a RT el politólogo ucraniano Vladímir Skachkó, "el aumento de los ingresos públicos se debe al hecho de que el Gobierno trabaja como una aplanadora, quitando recursos a la población". Explicó que la mayor parte de la economía del país eslavo "está en la sombra", así que la verdadera lucha contra la corrupción la "derribaría".
El analista subrayó también que la política anticorrupción permitiría a Occidente controlar a las autoridades ucranianas. Apuntó que los inversores extranjeros crearon en Ucrania una red de organizaciones sociales y gubernamentales que Poroshenko no puede controlar.
"Como resultado, aparece en Ucrania una jerarquía anticorrupción independiente del capital y del Gobierno, que solo depende de los inversores occidentales", algo que permite, por ejemplo, incautar los bienes a cualquier político u oligarca "indeseable", concluyó.