"Bangladés, donde ya se encontraban unos 300.000 migrantes, recibió otras 74.000 personas tras los acontecimientos de octubre de 2016 y 429.000 personas que desde el 25 de agosto huyeron de la violencia en el estado birmano de Rakáin", dijo Millman.
La violencia en el país asiático se desató el pasado 25 de agosto después de que el grupo insurgente 'Ejército para la Salvación Rohinyá de Arakán' (ARSA, considerado terrorista por el Gobierno birmano) atacara varios puestos policiales y cuarteles militares en este estado, los enfrentamientos dejaron más de 400 muertos.
Los rohinyás se establecieron en Arakán (antiguo nombre de Rakáin) a finales del siglo XIX y a principios del XX, durante la época colonial cuando los británicos alentaron su traslado desde Bengala Occidental a un territorio con escasa mano de obra agrícola.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana de unos 1,1 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.