"Estas devoluciones son una burda violación del derecho internacional y deben detenerse inmediatamente. Los mismos países europeos que se habían comprometido a apoyar un futuro mejor para afganos, ahora destruyen sus esperanzas y los devuelven a un país que se ha vuelto más peligroso desde que escaparon", cita el comunicado a Horia Mosadiq, investigadora de Amnistía Internacional sobre Afganistán.
AI instó también a los países de la Unión Europea (UE) a dejar de repatriar a los inmigrantes afganos, advirtiendo de los riesgos que corren en su país.
"Llamamos a Bélgica y todos los Estados miembros de la UE a dejar de devolver a los afganos a su país mientras subsista el riesgo real de que sean expuestos a graves violaciones de los derechos humanos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) debe también insistir en este sentido", dijo el director de la sección belga francófona de AI, Philippe Hensmans, citado en un comunicado.
Según las estadísticas de la UE, el número de afganos devueltos a su país de origen se elevó de 3.290 en el año 2015 a 9.460 en 2016, al tiempo que el reconocimiento de las solicitudes de asilo bajaba del 68% en septiembre de 2015 al 33% en diciembre pasado.
Las deportaciones se multiplican mientras las víctimas civiles del conflicto afgano van en aumento.
Más de 1.660 civiles murieron y casi 3.600 resultaron heridos en Afganistán a causa de la violencia en los primeros seis meses de 2017, según un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama, por sus siglas en inglés).
AI lanzó el 4 de octubre en su sitio web una petición que reclama una moratoria sobre las repatriaciones forzadas a Afganistán.
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La nación asiática vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que perpetra Talibán (proscrito en Rusia) y, desde 2015, el autodenominado Estado Islámico o Daesh (organización terrorista proscrita en Rusia y otros países).
