Hace unos 130 millones de años, en una galaxia muy, muy lejana, dos estrellas se aplastaron entre sí.
La colisión creó la primera instancia observada de una sola fuente que emitía ondas en el espacio-tiempo, conocidas como ondas gravitacionales, así como la luz, que se lanzó en forma de ráfaga de rayos gamma, expone Space.com.
La colisión también creó elementos pesados como el oro, el platino y el plomo, esparciéndolos a través del universo en una kilonova, algo similar a una supernova.
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Así, es la única conocida fuente en el universo que emite dos tipos de ondas —gravitacionales y electromagnéticas—.
"Ahora podemos completar algunas piezas más en el rompecabezas que es la historia de nuestro universo", dijo Laura Cadonati, profesora en la Universidad de Georgia Tech y portavoz de la asociación científica LIGO.