Así, según afirman los científicos belgas, tener rasgos faciales atractivos incrementa el nivel de satisfacción durante la relación sexual. En total, llevaron a cabo dos experimentos en los que participaron 596 y 542 mujeres, respectivamente, de entre 18 y 80 años de edad.
Como resultado, los investigadores europeos llegaron a la conclusión de que las mujeres que estaban más satisfechas con la forma de sus ojos, labios y orejas, estaban más satisfechas con su vida sexual que el resto de las voluntarias. Al mismo tiempo, el aumento del IMC influyó de manera negativa en la autoestima sexual de las participantes.
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Asimismo, los científicos descubrieron que la masturbación también está asociada con una mayor autoestima sexual. No obstante, la edad, la estatura o la felicidad en una relación no influyeron en el nivel de satisfacción sexual de las participantes en el experimento.