"La creación de las zonas de distensión en Siria en el marco del proceso de Astaná resultó bastante eficaz y ayudó considerablemente a rebajar el nivel de la violencia, aliviar los sufrimientos humanitarios, parar la avalancha de los refugiados y empezar el trabajo para crear las condiciones para el regreso de los refugiados y los desplazados internos", dice la declaración publicada en la web del Kremlin.
Además, los tres mandatarios acordaron ayudar a los sirios a restablecer la unidad del país y alcanzar la solución política de la crisis a través de un diálogo inclusivo, libre, justo y transparente.
Putin, Rohaní y Erdogan también "llamaron a los miembros de la comunidad internacional a brindar apoyo al proceso de distensión y estabilización en Siria, incluido el envío de ayuda a la población de ese país, contribuir al desminado humanitario, preservar el patrimonio histórico y reconstruir las infraestructuras vitales".
Los presidentes de Rusia, Turquía e Irán, Vladímir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasán Rohaní, se reunieron este 22 de noviembre en la ciudad rusa de Sochi para abordar la solución del conflicto en Siria.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.
Lea también: Rusia, Irán y Turquía acuerdan reforzar la lucha antiterrorista