"Cabe pensar que el atentado podría haberse evitado si las cartas hubieran caído de manera diferente", dijo Rudd ante el Parlamento británico.
Según el informe, a la información sobre sus actividades "no se dedicó la debida atención" a pesar de que esos datos "podrían ser muy importantes" en el contexto del atentado planeado.
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El texto precisa, además, que las identidades de los autores de otros dos atentados en Londres —el del puente de Westminster (el 22 de marzo con 5 muertos) y el del puente de Londres (el 3 de junio con 8 muertos)— también eran bien conocidas por los servicios de inteligencia.
"MI5 y la policía han reconocido la necesidad de utilizar los datos de manera más eficaz, compartir más ampliamente la información, aumentar el nivel de cooperación entre varios servicios, evaluar e investigar amenazas terroristas sobre una base uniforme", afirmó Anderson citado en un comunicado.
Anderson actuó durante seis años como asesor independiente de la legislación antiterrorista en el Reino Unido y ha revisado las investigaciones internas de MI5 y la policía sobre los atentados de 2017 en Westminster, Manchester, London Bridge y Finsbury Park.
"Aunque las investigaciones en todos los casos fueron mayoritariamente sólidas, han emergido puntos de aprendizaje que deberían ayudar a evitar futuros ataques terroristas", indica en su informe 'Ataques en Londres y Mánchester, marzo a junio 2017'.
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Esas investigaciones se documentan en 1.150 páginas de datos e información "sumamente confidencial" que se pusieron a disposición de Anderson y su equipo de colaboradores.
"Pese a los elevados niveles de amenaza, los fundamentos son sólidos y se frustran la gran mayoría de los ataques", manifestó Anderson.
En lo que va de año el Reino Unido ha sufrido cinco atentados islamistas, con bomba o por atropellos intencionados, que se han cobrado 36 vidas.
