"El lanzamiento de drones desde el territorio de la gobernación de Idlib que debe controlar Turquía es un intento de provocar tensión entre Rusia y nuestros aliados en la lucha contra los terroristas en la región", dijo el parlamentario.
El político no descartó que otras provocaciones se emprendan en el futuro y señaló que "debemos estar listos".
El parlamentario consideró que detrás del ataque que, en su opinión, tenía como objetivo averiguar la eficacia de los sistemas antiaéreos de las bases militares rusas estarían los servicios de inteligencia extranjeros.
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También lo prueba el nivel de las tecnologías utilizadas por los terroristas, aseguró.
"Es evidente que hay que buscar a los involucrados en ese incidente entre las fuerzas destructivas dentro de Siria y en los países no interesados en la resolución pacífica del conflicto, que cortejan a los terroristas y recurren a las provocaciones a lo largo de toda la operación antiterrorista que llevan a cabo Rusia y el Ejército sirio con el apoyo de Turquía e Irán", afirmó.
Se detectaron 13 drones que se acercaban a las instalaciones militares rusas.
Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en Siria a solicitud del presidente Bashar Asad.
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Después de que el 6 de diciembre el Estado Mayor General de Rusia anunciara que todos los territorios controlados antes por los terroristas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países) en Siria fueron liberados, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó un recorte del contingente ruso emplazado en el país árabe.
Sin embargo, las fuerzas rusas mantienen su presencia en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus y podrán enviar refuerzos en caso de necesidad.