"Llegará un momento en que China deje de ser poderosa y tengamos que agradecerles por esas islas", dijo Roque, citado por el canal CNN Philippines, en una entrevista publicada en su página de Facebook.
"Solo Filipinas puede construir esas islas artificiales, ergo, no tenían derecho a construir esas islas artificiales en primer lugar".
El 12 julio de 2016, la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya desestimó a petición de Manila las pretensiones territoriales de Pekín dentro de la llamada "línea de los nueve puntos" en el mar del Sur de China.
El tribunal decidió que no hay evidencias históricas de que China haya ejercido un control exclusivo sobre las aguas de este mar, que reclama casi en su totalidad y que es disputado también por Brunéi, Filipinas, Malasia y Vietnam.
La sentencia fue celebrada por Filipinas, que había apelado de forma unilateral a la Corte de La Haya a principios de 2013, pero provocó un enérgico rechazo de China que negó la jurisdicción del tribunal y la tachó de nula.
En enero de 2017, China y Filipinas establecieron crear un mecanismo para mantener consultas sobre el mar del Sur de China, al que corresponde una tercera parte del tráfico mundial de mercancías y cuya plataforma es rica en recursos naturales.