"Se podrá solicitar (la residencia) en cualquier momento hasta tres meses antes del final del periodo de implementación", señala el documento del ministerio de la Salida de la UE publicado este 28 de febrero.
La UE propone garantizarlos también durante el limbo de entre 21 a 24 meses estimados a partir del divorcio, pero el Ejecutivo de Theresa May pretende distinguir entre los viejos y nuevos emigrantes comunitarios.
"Las expectativas de los ciudadanos que lleguen al Reino Unido después de nuestra salida no serán las mismas que las de los que se mudaron antes de nuestra retirada", añade el documento oficial en línea con recientes declaraciones de la primera ministra.
Sí acepta la libertad de movimiento de personas durante esta fase intermedia y quiere encuadrar su situación en la legislación migratoria nacional.
Pero la prometida nueva ley de inmigración sigue sin fecha de tramitación y el anteproyecto pertinente puede no ver la luz hasta después del acuerdo del Brexit, previsto en el otoño de 2018.
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El proceso será gradual comenzando con la obligación a registrarse como inmigrante recién llegado seguido de la solicitud de un permiso temporal de estancia y la opción final de acceder a la residencia indefinida una vez pasados cinco años consecutivos en Reino Unido.