"Se parece terriblemente a un 'mercado común' con 'la libertad de movimiento' re-etiquetada como 'movilidad laboral'", afirma el experto en el departamento de gobierno e infraestructura del despacho de abogados con sede en Londres.
En su intervención en Mansion House, en la City de Londres, ha abogado por la "asociación más amplia y profunda posible" de forma que los actuales socios sigan comerciando bienes sin aranceles ni fricciones en las fronteras.
Evans admite que May ha aportado algunos detalles sobre la postura británica pero advierte que "estos detalles hubieran sido útiles hace un año".
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La primera ministra ha reafirmado su intención de salir del mercado único y la unión aduanera, pero Reino Unido seguirá dependiente y alineado con las instituciones y reglas comunitarias, según expuso este 2 de marzo.
"Propone continuar con la normativa en ayuda estatal, alineamiento en las regulaciones de bines y reconocimiento mutuo en servicios, ser miembro asociado de las agencias de la UE, reconocimiento de las sentencias del Tribunal de Justicia Europea, acuerdo en pesca, pero descarta una unión aduanera", enumera el analista de Bircham Dyson Bell.
May avanza por la cuerda floja en la negociación con la UE, con sus ministros y el resto de diputados conservadores profundamente divididos respecto a la orientación del Brexit.
Los europeístas amenazan con votar, junto con la oposición, en una serie de enmiendas referentes sobre la unión aduanera que son contrarias a la posición del Gobierno.
En el bando opuesto, hay suficientes brexiteros ultra tories para forzar una moción de censura contra la primera ministra.
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Evans cuestiona además si la oferta británica de colaboración con Bruselas será suficiente para los 27 jefes de Estado y gobierno de la UE.