En una rueda de prensa Pinheiro señaló que "la Comisión está preocupada por la situación en Afrín y por cómo afecta a la población civil".
"La Comisión investigará los presuntos crímenes y violaciones al derecho humanitario internacional que ocurren en Siria, sin importar quién los cometió, incluido el uso de armas químicas en Afrín", dijo.
En febrero pasado las milicias sirio-kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG) denunciaron que el Ejército turco emplea armas prohibidas por la Convención sobre armas químicas en los combates en Afrín, incluidos napalm y proyectiles cargados de cloro.
El 20 de enero, Ankara y sus aliados del opositor Ejército Libre Sirio lanzaron la Operación Rama de Olivo en el cantón de Afrín, provincia noroccidental siria de Alepo.
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Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país por considerarse una organización terrorista.
Este 5 de marzo el vice primer ministro turco Bekir Bozdag anunció que el Ejército de Turquía ya controla la mitad del territorio donde lleva a cabo su operación.
Damasco condenó la operación turca en Afrín y subrayó que esa región es parte inalienable del territorio sirio.