Poco antes los medios polacos anunciaron, citando fuentes gubernamentales, que las autoridades del país podrían expulsar a diplomáticos rusos y evaluar otro tipo de sanciones contra Moscú en un acto de solidaridad con Londres.
"Polonia se solidariza con el Reino Unido en un contexto de uso de armas químicas en el territorio de un país miembro de la OTAN, (…) y nos reservamos el derecho de aplicar todo tipo de medidas para proteger a las sociedades de la Alianza contra el militarismo ruso", indicó la Cancillería polaca.
El 4 de marzo el exoficial de Inteligencia Militar rusa Serguéi Skripal, residente en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury.
Ambos continúan en estado crítico y reciben tratamiento por una posible intoxicación con una sustancia de acción neuroparalizante.
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Skripal fue reclutado por el servicio secreto británico MI6 cuando servía en las Fuerzas Armadas rusas en los años 1990.
El Reino Unido acogió a Skripal y le concedió la ciudadanía británica, según confirmó Scotland Yard.
La semana pasada, la primera ministra británica, Theresa May, responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato— y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
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Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.