El cañón antiaéreo calibre 76mms fue producido en la fábrica moscovita Kalínin en 1927, según un diseño elaborado en 1914. Fue el primer armamento ruso diseñado exclusivamente para combatir blancos aéreos.
Al hallar la antigua arma, el comandante de la Flota del Norte rusa, el almirante Nikolái Yevménov, ordenó repararla y restaurarla, así como preparar municiones especiales para fines ceremoniales.
Tras las pruebas exitosas del cañón restaurado, el arma fue formalmente incorporada al arsenal de la Flota del Norte, catalogado como 'pieza de artillería naval'.