"Quisiéramos recomendar a Estados Unidos que se abstenga de actos que podrían dañar las relaciones comerciales entre los dos países", dijo Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de China.

El Gobierno de Pekín estudia responder a la Casa Blanca con aranceles a un total de 128 rubros de importación, divididos en dos categorías.
Los aranceles a las mercancías de la primera categoría —entre ellas frutas frescas y secas, nueces, vino, ginseng y tubos de acero sin soldadura— podrían ubicarse en el 15%.
Los aranceles a la segunda categoría, que incluye carne de cerdo y aluminio procesado, podrían alcanzar el 25%.
El portavoz insistió en que China no quiere una guerra comercial y al día de hoy fomenta relaciones por el mundo entero.
"China busca crear un nuevo modelo de relaciones internacionales en las que la cooperación tenga en cuenta los intereses de todos los países", remarcó.
Gao subrayó que su país no teme una guerra comercial y rechaza que algunos Estados traten de imponer su voluntad a otros.
El funcionario sostuvo que "las medidas que Estados Unidos adoptó contra China son típicas de un fuerte proteccionismo y constituyen un reflejo de la mentalidad de la guerra fría".
Indicó que Pekín espera que Estados Unidos cese sus actos unilaterales y vuelva al cauce normal de la cooperación con China.