La joven, de 21 años, está acusada de un delito de autoadoctrinamiento debido a su intensa actividad en redes sociales a favor del Estado Islámico (prohibido en Rusia y varios países más) y del papel de la mujer dentro de esta organización terrorista.
La joven llevaba en prisión sin fianza desde hace un año y este martes reconoció ante el tribunal los hechos de los que se le acusan.
La fiscal solicitaba en un principio la condena de siete años de prisión para la detenida "por los delitos de autoadoctrinamiento y de enaltecimiento del terrorismo por sus publicaciones en sus perfiles de redes sociales Facebook, Youtube e Instagram".
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Según en su escrito, la joven se sumergió "en un intenso proceso de radicalización" propiciado a través de su cercanía con "presuntos ideólogos yihadistas".
"De la actividad realizada en las redes sociales se constata la total interiorización por su parte del ideario yihadista, su acrítica adhesión a sus premisas, su afán por alabar y difundir el mismo y su predisposición a colaborar en la difusión y justificación de sus fines terroristas", expone la Fiscalía en su escrito.