"Es evidente que [el presunto ataque químico en Duma] es un pretexto que se han inventado para llevar hasta el punto de ebullición las relaciones que mantienen con nosotros y echarlas a perder", asegura a Sputnik.
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"Lo que Estados Unidos está haciendo lo hace porque está perdiendo su estatus de líder mundial", asegura. Un problema con el que pretenden lidiar mediante demostraciones de fuerza y de determinación militar.
Sin embargo, advierte el politólogo, Washington podría haber escogido un camino cuyas consecuencias "podrían ser devastadoras" para el país.
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Explica a Sputnik que Moscú podría responder a Washington, a su vez, complicándole las cosas en el plano económico y financiero. Pero advierte que Rusia podría ir más lejos y decir "que hasta aquí hemos llegado", y entonces iniciar una relación más estrecha "con nuestros amigos chinos". Un escenario que, según el politólogo, podría ser "la peor pesadilla" de Estados Unidos.
El artífice de ese nuevo paquete de sanciones contra Rusia podría ser John Bolton, el nuevo consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos. El 6 de abril el país ya adoptó sanciones contra 38 individuos y entidades rusas por la presunta intromisión de Moscú en Ucrania y en varias elecciones occidentales y por su apoyo al Gobierno sirio. Entre las empresas sancionadas figuran la exportadora rusa de armas y material bélico Rosoboronexport, el gigante del aluminio Rusal, los conglomerados industriales Russian Machines, Basic Element, la empresa automotriz GAZ y otras.
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Los activos de estas personas y empresas bajo jurisdicción estadounidense quedan embargados y las transacciones financieras con ellas, prohibidas.