"Todos los días, a las 9 horas, grupos del campamento "Lula Libre" caminan hasta cerca del edificio donde está el presidente para decir "Buenos días, presidente Lula", y recordarle que la resistencia continúa", escribieron portavoces del exmandatario en su cuenta de Twitter.

La visita, que estaba prevista para el miércoles 11, día de la semana previsto para recibir visitas, duró unas tres horas y todos ellos estuvieron acompañados por el abogado Christiano Zanin Martins, la única persona que tiene contacto diario con el expresidente.
Además, la Justicia impidió que Lula recibiera la visita de varios gobernadores de estados del noreste del país, alegando que el reglamento no permite visitas de políticos.
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El PT criticó la medida y aseguró que se trata de una estrategia del juez de la Operación Lava Jato Sérgio Moro para aislar más aún al expresidente.
Aun así es el precandidato del PT para las elecciones generales de octubre, para las que parte como favorito en todas las encuestas, aunque es poco probable que su candidatura llegue hasta al final, puesto que podría ser anulada por la Justicia.