En un comunicado conjunto, Òmnium Cultural, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y la Plataforma Proseleccions Esportives Catalanes i Drets piden a los seguidores del club blaugrana que reivindiquen la libertad de los dirigentes independentistas en prisión con camisetas y lazos amarillos —el símbolo elegido por las entidades para expresar solidaridad con aquéllos—.
Las entidades agradecen a la hinchada barcelonista su "movilizacion espontánea" y señalan que el lazo amarillo es hoy "un símbolo de libertad" y una "manera respetuosa, plástica y efectiva de pedir dentro del estadio la liberación de todas las personas en prisión y exiliados por motivos políticos".
Asimismo, esperan que "el amarillo sea también uno de los colores del Barça en esta final de Copa".
Por otra parte, fuentes de la Federación Española de fútbol ya han adelantado al diario ABC que no se prohibirá la entrada de esteladas (banderas independentistas catalanas) al estadio debido a que este símbolo no está prohibido por la legislación española.
La Copa del Rey se jugará el 21 de abril en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.
El encuentro estará presidido por el Rey de España, Felipe VI.
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Se trata de la quinta vez consecutiva que el Barça juega la final de la Copa del Rey.
El ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, ha adelantado que el Gobierno de España estudiará la aplicación de la legislación antiviolencia "si se falta el respeto a personas o instituciones".
El encuentro, para el que se espera una asistencia multitudinaria, ha sido declarado de alto riesgo por las autoridades españolas, que han movilizado a 2.500 efectivos de diferentes cuerpos policiales.
