"Al Reino Unido y a sus aliados no les interesa un diálogo profesional [sobre el caso Skripal]", dijo Nebenzia en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU al agregar que los socios occidentales tampoco están interesados "en la verdad y no solo en esta cuestión".
El embajador ruso acusó a las autoridades británicas de "destruir sistemáticamente las pruebas y evidencias físicas" en vez de proporcionar a Rusia información alguna sobre lo ocurrido en Salisbury.
Nebenzia afirmó que, en su opinión, el incidente en Salisbury y el presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma están relacionados al calificarlos de "provocación antirrusa dirigida a agravar la división entre Rusia y la Unión Europea (UE)" lo que favorecía al Reino Unido en el contexto del Brexit.
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A principios de marzo pasado, Serguéi Skripal, un exoficial de la inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongará por varios meses, Londres responsabilizó a Rusia de estar detrás del supuesto intento de envenenamiento de los Skripal, alegando que la sustancia procede de Rusia, pese a que su origen exacto sigue sin establecerse.
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La semana pasada la OPAQ presentó un informe en el que confirmó "las conclusiones del Reino Unido en relación con la identidad de la sustancia química usada en Salisbury" aunque no presentó información alguna sobre la procedencia de la sustancia.
Sin embargo, el director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, declaró el 18 de abril que en las muestras tomadas en Salisbury no se detectó la sustancia BZ.