"Los rohinyás son un pueblo que vive en el estado de Rakáin, son personas apátridas, ningún Estado vecino, incluidos los países islámicos que a menudo hablan de ellos en los medios, está dispuesto a aceptarlos", comunicó al portal Vatican News.
Justo por ese motivo, explicó, "pedimos al Papa a través de la Secretaría de Estado de la Santa Sede organizar una conferencia internacional, donde se espera que la comunidad internacional pueda ayudar a este pueblo".
Se prevé que la mencionada conferencia se celebre ya este año en Roma.
En noviembre de 2017 el papa Francisco hizo una visita a Asia del Sur, durante la cual visitó Birmania y Bangladés.
Entonces, agradeció a las autoridades de Bangladés su ayuda a los musulmanes rohinyás que se vieron obligados a huir de sus casas, debido a la persecución del Ejército birmano.
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También llamó a la comunidad internacional a tomar medidas efectivas para resolver esta aguda crisis.
Birmania, una nación mayoritariamente budista, deniega ciudadanía y derechos civiles a esta comunidad musulmana estimada entre 1,1 y 1,5 millones de personas, alegando que son inmigrantes bengalíes.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima en 688.500 el número de refugiados rohinyás que llegaron a Bangladés desde el pasado 25 de agosto huyendo de la violencia en Rakáin.
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Si se suman las llegadas anteriores, la comunidad rohinyá en el distrito bangladesí de Cox's Bazar asciende ahora a 900.000 personas.