Por supuesto, el hecho no fue reseñado por los grandes medios noticiosos.
El 8 de junio de 2018, la diputada Nilda Garré, exministra de Defensa de la nación argentina, y el diputado Walter Correa, introdujeron un proyecto de resolución donde piden explicaciones al Poder Ejecutivo Nacional sobre la presencia de militares extranjeros en edificaciones gubernamentales emblemáticas como la Casa Rosada y el Banco de la Nación "entre el lunes 4 y el martes 5 de junio de 2018".

La Embajada de Estados Unidos el día 11 de junio publicó en su portal web información donde explicaba que militares estadounidenses estarían participando "de un Programa de Entendimiento Cultural y Liderazgo (CULP) en Argentina" durante todo el mes de junio con el fin de vivir la "inmersión en la cultura" del país suramericano y además advertían de que "Durante su visita al país, se requiere a los cadetes vestir sus uniformes militares como parte del intercambio cultural entre las fuerzas militares de ambos países". La nota concluía señalando que "Los cadetes no ingresan al país con armas de ningún tipo ni las portan durante su visita".

Lo llamativo de esta nota de prensa es que solo fue publicada luego de que estallase el escándalo de las fotos tomadas a los militares estadounidenses en Buenos Aires.
Las callecitas de Buenos Aires: Marines estadounidenses en uniforme de combate y equipamiento israeli. A qué debemos la injerencia extranjera fuera de la Ley? En qué guerra estamos? pic.twitter.com/JHvadCRG2D
— Alicia Castro (@AliciaCastroAR) 10 июня 2018 г.


No existe una respuesta oficial de parte del Ejecutivo nacional sobre las preguntas hechas por los diputados Garré y Correa en torno a "¿Quién autorizó el ingreso de las tropas? ¿Qué funciones tienen asignadas? y ¿Por qué no se solicitó la autorización al Congreso?".
Al parecer, es la Embajada norteamericana la llamada a hacer el control de daños.
Macri, el reincidente
No es la primera vez que el Ejecutivo nacional, presidido por Mauricio Macri, desconoce al Congreso de la República Argentina en asuntos que comprometen la soberanía del país.
Entre el 2 y 3 de mayo, se llevaron a cabo ejercicios militares con Estados Unidos que tampoco fueron sometidos a la autorización del ente legislativo.
Para Bruzzone, las acciones del ejecutivo forman parte de los acuerdos firmados entre Macri y el para entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y cuyo objetivo último, a juicio de la especialista, sería "la instalación de tres bases de EEUU en las localidades Ushuaia, Misiones y Jujuy", con lo cual Washington tendría puerta franca a las ricas zonas minerales y acuíferas de la región.
La propia diputada Nilda Garré también advertía a través de las redes sociales de que Macri ponía en severo riesgo la soberanía argentina al darle entrada al Comando Sur en su territorio.
La instalación de una base militar con fondos donados por el #ComandoSur de EE.UU en Neuquén, motivó un pedido de interpelación al #MinDef, Oscar Aguad. El lugar donde se asentará la base, une las 4 ciudades de la región lindantes a Vaca Muerta. #Macri lotea nuestra soberanía. pic.twitter.com/aCWD05ZXgJ
— Nilda Garré (@nilda_garre) 8 июня 2018 г.
Si sumamos a este hecho la displicencia con que Macri ha tratado el hundimiento del submarino ARA San Juan, las denuncias hechas por políticos de la provincia de Tierra del Fuego, como Gustavo Ventura, quien señalaba haber sido testigo "de cómo el FBI tenía una presencia activa capacitando a fuerzas policiales" de la región, o incluso las denuncias sobre la utilización de la base de la OTAN en las Islas Malvinas para pruebas antimisiles tendremos las pruebas suficientes para afirmar que Estados Unidos prevé convertir a Argentina en la Colombia del Cono Sur.
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Es decir, en un nuevo territorio colonial controlado por completo a través de bases militares y secretos acuerdos de 'cooperación' que hagan prácticamente imposible deslindarse del tutelaje de Washington por unas cuántas décadas.
Y todo esto, sin disparar una sola bala. Nuevas Guerras, las llaman.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK