El coloso ubicado a 60 kilómetros al oeste de la Ciudad de México "registró nueve exhalaciones de baja intensidad, acompañadas de vapor de agua, gas y pequeñas cantidades de ceniza", dijo el organismo del sistema federal de protección civil.
El semáforo de alerta volcánica permanece en Amarillo Fase 2, lo cual indica que está dentro de los escenarios previstos para esa etapa de actividad.
El radio de seguridad permanente es de 12 kilómetros alrededor del cráter, por el peligro de caída de fragmentos balísticos, deslaves y flujos de lodo.
El tránsito a través de una calle de terracería conocida como Paso de Cortez, que atraviesa la reserva ecológica de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, permanece controlado por autoridades entre los poblados de Xalitzintla y Nexapa.
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Las medidas preventivas indican "cubrir nariz y boca con un pañuelo húmedo o cubre-bocas, limpiar ojos y garganta con agua pura, no utilizar lentes de contacto para evitar irritación ocular, cerrar ventanas y permanecer lo más posible dentro de las casas".
Los escenarios previstos para esta fase del volcán de 5.452 metros de altura sobre el nivel del mar son: "que continúe la actividad explosiva de escala baja a intermedia; lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas; y posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance".
El 21 de diciembre de 1994, tras medio siglo dormido, el coloso cuya cima es cubierta de nieve en los meses de otoño e invierno boreal, registró la mayor explosión reciente, que lanzó cenizas a más de 25 kilómetros de distancia, en el inicio de una larga fase eruptiva intermitente que persiste hasta la fecha.