El diplomático afirmó que la decisión no resultó ser inesperada para él, ya que el Reino Unido y EEUU llevaban unos meses buscando restablecer el Mecanismo Conjunto de Investigación de la OPAQ y la ONU.
Este mandato expiró, y no se renovó. Rusia y algunos otros países se mostraron opuestos al mecanismo en su forma vigente y no permitieron su prórroga sin que se introdujeran mejoras, sobre todo en cuanto a la imparcialidad de las investigaciones.
No obstante, los británicos lideraron los esfuerzos por restablecer el mandato y ahora parece que han encontrado una manera.
"Todo esto es un pretexto para llevar la guerra de Occidente contra Siria a un nuevo nivel. Hasta el momento no han tenido éxito al tratar de responsabilizar a Damasco por los ataques químicos. Por eso se habrán dirigido a la Haya, ya que así sería más fácil influir sobre las decisiones", supuso el interlocutor de Sputnik.
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El diplomático afirmó que la propuesta británica estaba "políticamente motivada cien por cien".
"Lamentablemente, en realidad la OPAQ se está convirtiendo en una especie de herramienta de la OTAN. Ahora los países occidentales ya ejercen una presión enorme sobre ella. Su dirigente es turco, y Turquía es miembro de la OTAN. En cuanto a sus empleados, son mayoritariamente de los países occidentales. Toda la actitud de la organización es antirrusa y prooccidental", aseveró.
A este respecto, Ford calificó la reciente iniciativa de un "golpe contra la imparcialidad de una institución internacional". Agregó también que el proyecto frustraba la vigilancia de armas prohibidas y podría tener unas consecuencias desagradables para el propio Occidente.
Sin embargo, el embajador explicó que la motivación más probable, según él, estaba vinculada al tema de Siria. Sugirió que la reciente actividad estaba destinada a justificar nuevos bombardeos de la República Árabe Siria, de forma parecida a la realizada en abril pasado.
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"Hace falta comprender que lo que pasa constituye una cuenta atrás para la nueva etapa de la guerra contra Siria", declaró.
El diplomático británico advirtió que las potencias occidentales se habían metido en un callejón sin salida. Según el, los nuevos golpes contra Siria serían más devastadores.
Si los bombardeos de abril no causaron consecuencias fatales, esta vez los agresores actuarán sin restricción ninguna:
"La próxima vez tendrán que asestar un golpe más significativo contra el propio presidente sirio, Bashar Asad. Tratarían de atacarle, bombardearían su residencia y puestos de mando del Ejército Sirio. Fue esto lo que pretendían hacer en abril, pero no pudieron debido a la contrapresión de Rusia", concluyó Ford.
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