El 3 de agosto, dos kamikazes se hicieron explotar en una mezquita de Gardez (provincia de Paktia), donde se encontraban al menos 600 personas.
Según las autoridades locales, antes de activar sus explosivos los terroristas habían lanzado varias granadas.
El ataque dejó al menos 30 muertos y 81 heridos, entre ellos 20 en estado crítico.