Vladímir Putin, Recep Tayyip Erdogan y Hasán Rohani celebraron su primera reunión de alto nivel el 22 de noviembre de 2017 en la ciudad rusa de Sochi.
El mandatario iraní enfatizó que la cooperación tripartita facilita la derrota del grupo terrorista Daesh, autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia.
El 13 de noviembre el presidente Putin recibía en Sochi a su par turco y una semana después se reunía con el líder sirio, Bashar Asad.
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Putin, además, mantuvo conversaciones telefónicas con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y con los máximos dirigentes de varios países de Oriente Medio, entre ellos el monarca saudí Salmán bin Abdulaziz al Saud.
La cumbre de Sochi concluyó con la aprobación de una Declaración final en la que Putin, Erdogan y Rohani expresaron su respaldo a un diálogo inclusivo sirio que abarque a todos los sectores.
Los líderes de los tres países llamaron al Gobierno sirio y a la oposición a defender la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad del Estado.
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El presidente ruso recalcó que son los propios sirios los que deben definir el futuro de su país.
Al mismo tiempo, llamaron a la comunidad internacional a apoyar el proceso de distensión para reducir la violencia en el territorio sirio.
El presidente Putin propuso elaborar un programa integral para la reconstrucción de Siria ante "la devastación colosal que sufre ese país".
Los líderes de Rusia, Turquía e Irán acordaron volver a reunirse para debatir la problemática siria.
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El 4 de abril de 2018 se vieron nuevamente las caras, esta vez en Ankara.
Al concluir esa segunda cumbre Putin, Erdogan y Rohani aprobaron una Declaración conjunta en la que renovaron su compromiso con una solución política para Siria.
Ofrecieron apoyo a la ONU para el pronto inicio del trabajo de la comisión constituyente que debe redactar una nueva Carta Magna para Siria.
Destacaron también la importancia de separar a la oposición armada de los grupos terroristas.
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El presidente Putin recalcó que el objetivo estratégico de Rusia, Turquía e Irán es derrotar por completo a los terroristas que siguen buscando desestabilizar a Siria.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.