"Seguiremos reclamando sin descanso el fin del cruel bloqueo económico, comercial y financiero, la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval norteamericana en Guantánamo y la compensación justa a nuestro pueblo por los miles de muertos y mutilados y por el daño económico y material ocasionado en tantos años de agresión", subrayó el mandatario cubano.
Díaz-Canel aseguró que Cuba no hará concesiones que afecten la soberanía e independencia nacional, y no negociará sus principios, ni aceptará condicionamientos, pese a los esfuerzos que lleva adelante EEUU desde hace décadas para cambiar al Gobierno de la isla.
Pese a las tensiones entre Washington y La Habana, el presidente dijo que Cuba siempre estaba dispuesta a dialogar con Estados Unidos.
El actual Gobierno estadounidense volvió a imponer restricciones a intercambios entre los dos países tras el acercamiento iniciado durante el mandato de Barack Obama.
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