Del total de vuelos cancelados, 64 son de España, según informó la Unión Sindical Obrera, que representa a la mayor parte de los tripulantes de cabina españoles.
Esta jornada de huelga dará continuación a los paros del pasado mes de septiembre, después de que la aerolínea irlandesa no consiguiera llegar a un acuerdo con los trabajadores.
El grueso de las reivindicaciones de los trabajadores se centra en pedir que Ryanair deje de aplicar la legislación laboral irlandesa y adapte las condiciones laborales de los trabajadores al marco de cada país donde opera la aerolínea y permita la redacción de un convenio colectivo.
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Según datos de los sindicatos españoles, más de 1.800 tripulantes de cabina están llamados a la huelga en España.
Además, pilotos con base en Alemania amenazan con sumarse a la nueva jornada de protesta, la segunda que protagonizan este mes, forzando la precancelación de casi un centenar adicional de vuelos.
"Es tremendamente frustrante que los vuelos de algunos de nuestros clientes y nuestra gente en Alemania quedarán suspendidos por una huelga innecesaria convocada con poca antelación", declaró el jefe de operaciones, Peter Bellew.
La cadena de acciones sindicales registradas este verano está dentando la confianza de los viajeros en el líder europeo de vuelos a bajo costo.
Ryanair culpa al personal de otras compañías y sus líderes sindicales de obstaculizar la resolución de las disputas e instigar nuevos paros entre sus contratados.
"En algunos países, se está obstruyendo el progreso con la interferencia de pilotos y tripulación de la competencia que están conspirando para convocar repetidas e innecesarias huelgas que están afectando a los clientes de Ryanair", ha señalado el fundador y consejero ejecutivo de la firma, Michael O'Leary.
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De acuerdo con Ryanair, la huelga impactará en los planes de viaje del 8% de sus 450.000 clientes, a los que ha informado por correo electrónico o telefonía.
