"En caso de alguna provocación [por parte de Pyongyang] todos los acuerdos ya alcanzados serán, obviamente, anulados", dijo Lee Nak-yeon en una sesión parlamentaria, citado por la agencia Yonhap.
"La reducción del número de armas es por mutuo consentimiento, no es algo que sea posible hacer de forma unilateral; no entiendo por qué el acuerdo de no realizar ejercicios y maniobras de artillería debe significar el rechazo de la defensa nacional", agregó el político.
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Las dos Coreas procedieron este 1 de octubre al desminado en algunas partes de la zona desmilitarizada entre ambos países, donde se excavarán el próximo año los restos mortales de medio millar de combatientes caídos durante la Guerra de Corea de 1950-53.
En la Declaración de Panmunjom, las dos partes reafirmaron el objetivo de lograr la desnuclearización completa de la península de Corea, poner fin a las acciones hostiles, reanudar las reuniones de las familias separadas por la guerra de 1950-53 y mejorar las relaciones bilaterales, incluyendo la apertura de una oficina de enlace conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong.
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Además, Moon Jae-in invitó a Kim Jong-un visitar a Seúl en el futuro próximo y la propuesta fue aceptada.