"El control de los procesos de radicalización llevado a cabo por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha sido clave para identificar a 25 internos en un total de 17 prisiones", comunicó el ministerio en una nota informativa.
En concreto, los 25 presos identificados como parte de esta red están acusados de "pertenencia a un grupo afín a Daesh dedicado a la radicalización de otros presos".
Entre esas 25 personas se encuentran varios ciudadanos españoles conversos o en proceso de conversión al islam.
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Para el proceso de captación y adoctrinamiento, el grupo combinaba tanto la interacción física entre internos dentro de los propios centros penitenciarios como la relación epistolar, lo que le permitía establecer comunicación con reclusos ubicados en distintas prisiones.
Según las autoridades, pretendían fraguar el embrión de "frente" de yihadistas encarcelados, con el consecuente peligro de que posteriormente se produjeran ataques dentro de los propios centros penitenciarios.
"Esto pone de relieve que, la mayoría de los individuos investigados, lejos de alcanzar los objetivos de reinserción social, se han mantenido activos en la militancia yihadista, acrecentando su proceso de radicalización durante su estancia en prisión", prosigue la nota emitida por el Ministerio del Interior.
De acuerdo con la información ofrecida por las autoridades españolas, se trata de la primera operación de estas características llevada a cabo en Europa contra un entramado alineado con la estrategia de ISIS.
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El operativo coincide temporalmente con el momento de máxima población reclusa por motivos de terrorismo yihadista.
Desde la elevación al nivel 4 de Alerta Antiterrorista en junio de 2015, la Guardia Civil intensificó las investigaciones relacionadas con fenómeno del terrorismo yihadista.