El pasado 27 de abril, el albanés étnico Talat Xhaferi quedó electo por los diputados de la Unión Social Demócrata de Macedonia y sus aliados como presidente de la Asamblea, su elección provocó protestas durante las cuales manifestantes del movimiento "Por Macedonia Unida" irrumpieron en el edificio de la Asamblea causando daños a más de 100 personas, entre civiles, policías y parlamentarios.
"La voluntad del pueblo consiste en tener una Macedonia progresista, debemos dejar los juegos políticos en aras de los intereses nacionales, exhorto a cada diputado a hacer una lógica elección en aras del futuro del país", dijo Zaev e instó a superar la escisión que surgió en la sociedad macedonia.
En respuesta el representante del más importante partido opositor VMRO-DPMNE, Ilija Domovski, declaró que el Parlamento de esta legislatura "no está facultado para votar las enmiendas constitucionales".
La SDSM y los partidos de las minorías albanesa, turca y gitana ya expresaron su apoyo al plan de rebautizar a la república.
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Para que las enmiendas queden aprobadas, la coalición gobernante debe reunir 80 de los 120 votos, pero dispone solo de 70, el opositor VMRO-DPMNE tiene 51 mandatos y sigue pronunciándose en contra del acuerdo logrado entre Skopie y Atenas y en contra de cambiar el nombre de la república.