Según explicó Ivánov en un simposio internacional dedicado a la soberanía digital, los últimos desarrollos tecnológicos generan nuevos desafíos para la economía y los marcos legales.
El académico contó una anécdota para ilustrar cómo las sanciones occidentales obstaculizan la fluidez en las relaciones entre académicos y, con ello, el intercambio de ideas: hace unos años, relató Ivánov, una organización invitó a varios académicos occidentales a participar en una mesa redonda, pero estos se negaron al conocer que Snowden también estaba invitado al acto, incluso si el conocido filtrador limitaba su participación a una videoconferencia.
El experto señaló que este tipo de sucesos suponen un grave problema para las expectativas y ambiciones depositadas por los investigadores y la opinión pública en el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en las décadas de los sesenta y setenta, y reclamó que el foco se desplazase de la seguridad nacional y la maximización de beneficios a la cooperación.
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Ivánov afirmó que estas sanciones crean una "balcanización" de la política digital, con repercusiones negativas para el desarrollo de marcos legales, ya que éstos dejan de estar basados en organizaciones multilaterales como la ONU y coordinados por ellas.
"Hay dos opciones: olvidarse de las normas internacionales y entrar en 'la ley de la selva' o dar un paso adelante y ser valientes y crear estas normas, aunque vaya en contra de los intereses de las grandes empresas", propuso Ivánov.
El simposio 'Beyond Surveillance Capitalism: Reclaiming Digital Sovereignty' ('Más allá del capitalismo de vigilancia: reclamando la soberanía digital') comenzó este martes en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y terminará este miércoles 17 de octubre.