"No hay problemas con la retirada [de armamento pesado] de Idlib", dijo el diplomático a los medios.
La zona de 15 a 20 kilómetros controlada por las tropas turcas y la policía militar rusa debía empezar a funcionar el 15 octubre pero los extremistas en vez de marcharse se adentraron en la región sin entregar las armas.
Una fuente informada comunicó a Sputnik que Turquía pidió aplazar el patrullaje en la zona desmilitarizada por falta de seguridad.
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Damasco amenazó con lanzar una ofensiva en la región si los combatientes se niegan a cumplir el acuerdo ruso-turco.
En virtud de los pactos entre las facciones insurgentes y Damasco, se fueron trasladando a Idlib los grupos que se negaron a abandonar la lucha armada durante las operaciones antiterroristas de Alepo, Homs, Guta Oriental, Deraa y Al Quneitra.
En 2017, Idlib pasó a integrar una zona de distensión patrocinada por Turquía.