"Me pareció un hombre bastante sensato, ponderado", aseguró en una rueda de prensa desde la sede de la Justicia Federal en Curitiba (sur), en sus primeras palabras tras aceptar el cargo de ministro la semana pasada.
En este sentido, afirmó que como Bolsonaro tendrá la última palabra, en caso de un desentendimiento el meditaría y tomaría la decisión de continuar o no en su Gobierno.
El líder de la ultraderecha se mostró en varias ocasiones a lo largo de sus casi 30 años de trayectoria pública a favor de la dictadura militar (1964-1985) y de la tortura, y poco antes de las elecciones dijo que sus rivales políticos tendrían que escoger entre la cárcel o el exilio.
Además: Expresidenta brasileña Rousseff critica a juez anticorrupción por integrar nuevo Gobierno
Al ser preguntado por la simpatía que el futuro presidente siente por el periodo militar el juez dijo que sus ojos están dirigidos a 2019 y que "discusiones sobre eventos del pasado" generaron mucha polarización.

El Gobierno del electo presidente de Brasil no representa una amenaza para las minorías sociales, dijo Moro.
"Estamos mirando al futuro; ¿qué propuestas concretas hay que afectan u ofendan a minorías? No he visto ninguna (…) ¿Existe una política persecutoria contra homosexuales? No existe, ¿existe posibilidad de que eso pase? Cero", dijo el futuro ministro de Bolsonaro.
A lo largo de su trayectoria, Bolsonaro llegó a decir que sus hijos nunca tendrían una novia negra porque fueron muy bien educados o que preferiría que uno de sus hijos muriera en un accidente de tránsito antes que tener que aceptar su homosexualidad.
Para Moro, ese tipo de declaraciones "no muy felices" pertenecen al pasado y en muchas ocasiones fueron colocadas fuera de contexto con la intención de desgastar al candidato del Partido Social Liberal.
También: Los principales desafíos para el próximo presidente de Brasil
A pesar de las promesas de campaña del líder de extrema derecha, Moro no cree que el Congreso Nacional saque adelante medidas que endurezcan leyes contra minorías sociales.
"Tengo la plena convicción de que a partir de enero de 2019 (cuando arranca el nuevo Gobierno) esas minorías podrán ejercer su libertad normalmente, sin riesgo para ellas", apuntó.

El magistrado es el autor de la condena en primera instancia contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), y sus detractores consideran que su fichaje por el Gobierno Bolsonaro es una especie de recompensa por haber apartado al mandatario izquierdista de la carrera electoral.