"Yo creo que esto va para marzo, nosotros el dos de marzo (de 2019) les vamos a recordar a los compañeros que dijeron que se iba a tratar y vamos a insistir y ojalá llegara el tratamiento con una fuerte movilización nacional", dijo la senadora que pertenece al partido que lidera el expresidente Fernando Lugo (2008-2012).
"Esto es enfriar la situación. No tuvieron el coraje de rechazar el proyecto entonces se hace una manera de distracción y de prolongación porque ahora viene el receso parlamentario, entonces no se van a juntar ni una sola vez ni van a hacer las propuestas de reforma tributarias, tengo la certeza de que va a ser así".
El impuesto, según la legisladora que fue ministra de Salud en la administración de Lugo, es una búsqueda de equidad en un país donde las clases más bajas asumen la mayor carga impositiva y el "sector agroexportador es el que menos contribuye".
"Impuestos indirectos que paga la gente pobre en términos proporcionales mucho más altos que la clase rica", ejemplificó Martínez.
Temas relacionados: FAO: pobreza rural en América Latina crece por primera vez en una década
Por otro lado, quienes critican el proyecto asumen que es una amenaza al crecimiento del país, que mantiene una expansión constante del 5 por ciento durante una década, y que debilitaría al sector líder en exportaciones.
Para el presidente de la Cámara Paraguaya de Industriales de Arroz, Guillermo Zub, existe un error de cálculos cuando se estiman las ganancias de los productores sojeros.
Zub especificó que el margen de ganancia del productor es de un 2,46 ciento y no un 69 como dicen los impulsores del impuesto, consignó el medio digital Medium en una nota publicada en junio del año pasado.
Destino del impuesto
La senadora explicó a esta agencia que los objetivos que persigue el impuesto, además de lograr una distribución más equitativa, "en realidad es una cuestión reparadora para la agricultura familiar campesina".
Los campesinos que trabajan en la agricultura familiar reclaman al Gobierno por la pérdida de trabajo que ha generado el monocultivo de soja en el país en los últimos años, sobre todo en la zona del Chaco paraguayo en el sur del país.
Estos reclamos llevaron a numerosas marchas y acampes en Asunción durante la administración de Horacio Cartes (2013-2018).
Según Martínez, Paraguay "se jacta" de ser uno de los graneros del mundo pero "tiene que importar los tomates para ponerlos en la mesa".
El texto que contempla el impuesto a la soja fue aprobado por el Congreso en 2013 pero vetado por Cartes, lo que obligó que la propuesta volviera al Parlamento.
Temas relacionados: Activista: el gobierno de Cartes en Paraguay hizo retroceder a la agricultura familiar
Sin embargo su debate se fue posponiendo, según Martínez, por "el lobby sojero" que financia "a los dos partidos tradicionales de Paraguay", la oficialista Asociación Nacional Republicana, conocida como Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico.
Además del polémico tributo, en Paraguay el Congreso discute la implementación de impuestos al tabaco, bebidas alcohólicas y bebidas azucaradas que también fueron postergados esta semana.