Ahora, un grupo de biólogos dice haber encontrado en la cáscara de la naranja una sustancia que protege al ser humano de las bacterias Leishmania, causantes de la rara enfermedad. Los resultados de los primeros experimentos fueron publicados en la revista científica PLoS.
Según los científicos, la causa de la epidemia en algunas zonas de Siria e Irak es que los radicales islámicos dejaban los cuerpos de sus víctimas pudrirse a la intemperie. Los insectos parasitarios como las moscas y mosquitos se reproducían en su interior, para luego picar a las personas sanas, infectándolas así con la bacteria Leishmania que habita en la carne podrida.
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La leishmaniasis ha sido prácticamente erradicada en el mundo moderno, aunque aún se registran brotes en algunos países en desarrollo de Oriente Medio, el sureste asiático, África y América Latina. Los biólogos esperan que su descubrimiento ayude a crear en el futuro próximo una cura rápida y efectiva para este mal.