"En general estamos dispuestos a examinar las cuestiones relativas a la prevención de incidentes, la distensión y las medidas para evitar malentendidos en el futuro, pero para un trabajo serio es necesaria la participación de los militares", dijo.
El diplomático ruso destacó como problema principal del diálogo con la OTAN la falta de la disposición de la Alianza "de volver a una cooperación normal".
Al referirse a las reuniones del Consejo Rusia-OTAN, el viceministro abogó por preparar minuciosamente cada nuevo encuentro para que sea importante, "en vez de celebrar consultas solo para confirmar que se implementan algunas soluciones".
"En el último tiempo en la agenda del Consejo Rusia-OTAN están las cuestiones de la seguridad militar, intercambiamos datos sobre ejercicios, se tomaron varias medidas sustanciales para mejorar la situación en el cielo del Báltico", constató.
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Grushkó agregó que de momento no está previsto elevar el nivel de representación de Rusia en la OTAN.
