"Nos disculpamos por haber incomodado a los ciudadanos con los 'souvenirs' de alambre de púas de los puestos demolidos (…) el Ejército puso fin a la producción y uso de esos recuerdos", dice el comunicado, citado por la agencia Yonhap.
De un total de 60 puestos de guardia que había del lado del Sur y unos 160 del lado del Norte, cada parte iba a desmantelar 11 en un principio, pero luego se decidió preservar dos puestos desarmados, uno de cada lado, por su valor histórico.
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Luego el Ejército surcoreano hizo unos recuerdos de alambre de púas de los restos de los puestos de guardia demolidos y los regaló a un grupo de legisladores del gobernante Partido Democrático que visitaban la frontera, lo que provocó una ola de críticas en la sociedad de Corea del Sur.
La situación en la península de Corea ha mejorado significativamente este año.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el dirigente norcoreano, Kim Jong-un, celebraron tres reuniones desde abril pasado, la última en Pyongyang, en septiembre.