Empleados del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Rusia descubrieron la necrópolis durante un estudio en la ciudad de Istra.
"Los entierros pertenecen a los portadores de la cultura de Fatianovo: los primeros pastores y agricultores de la llanura rusa", señalan en el Ministerio de Cultura de la región de Moscú.
La cultura de Fatianovo-Balanovo o la cultura de hachas de batalla pertenecía a la familia indoeuropea.
Sus construcciones en la actual región de Moscú son los monumentos más antiguos de la Edad de Bronce en esta área. Tienen la misma edad que las pirámides de Keops en el antiguo Egipto o las tumbas reales de oro de Ur en la antigua Mesopotamia.
Como otros indoeuropeos, sabían usar ruedas para transporte y tenían tradiciones funerarias muy desarrolladas, por ejemplo, enterraban no solo a la gente, sino también a los animales, en su mayoría osos y perros.
De hecho, eran nómadas que vivían en casas ligeras, criaban cerdos, ovejas y cabras.
Los historiadores rusos suponen que la necrópolis de Istra está asociada con la migración de la gente de la cultura de Fatianovo desde el norte y el centro de Europa a la zona forestal de Europa del Este.
El nuevo hallazgo puede arrojar luz sobre la génesis de esta cultura, las formas de su migración y su papel en la formación de las tribus de Europa del Este, señalan en el Ministerio de Cultura de la región de Moscú.
Aunque las excavaciones en Istra acaban de comenzar, ya se han encontrado artefactos de piedra en la necrópolis, que se distinguen por su excelente conservación y una excelente mano de obra: un hacha de batalla de tallo largo, dardos, cerámica funeraria, un hacha de cuña ritual y una hoja de cuchillo.