"Continúan las consultas", anunció en el Parlamento de Westminster incluyendo a los líderes comunitarios en su propuesta.
"Aunque defraudaré a los colegas que esperan asegurar un segundo referendo, creo que no hay una mayoría en la Cámara a favor de tal camino", sostuvo.
May se negó igualmente a descartar la retirada de la Unión Europea sin un acuerdo con Bruselas y a prorrogar el Brexit de la fecha prevista, el 29 de marzo de 2019.
Su esperado plan B, que los mismos diputados le forzaron a presentar a los tres días hábiles de su histórica y humillante derrota, quedó reducido a la aspiración de modificar el acuerdo aprobado por el Consejo Europeo el pasado noviembre.
"Realmente esto parece Atrapado en el tiempo", ironizó el líder laborista, Jeremy Corbyn, refiriéndose a la película (Groundhog Day), de 1993, con el protagonista (Bill Murray) reviviendo una y otra vez los incidentes de un día.
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El Partido Democrático Unionista (DUP), que sustenta la mayoría del Gobierno conservador, exigió una vez más cambios legalmente vinculantes en dicho mecanismo de salvaguarda de la frontera norirlandesa para dar su aprobado al acuerdo.
May alargó por unas semanas el proceso de ratificación, dando fuelle a los que le acusan de querer agotar el tiempo para limitar las opciones a una salida precipitada de probables graves consecuencias económicas o su plan Brexit.
"Sigo concentrada en lo que se necesita para asegurar el respaldo de este Cámara a un acuerdo del Brexit con la UE", resaltó en los Comunes.
Pero, como reconoció en su intervención, su estrategia solo puede triunfar con el apoyo paralelo del legislativo británico y el bloque de los Veintisiete.