Según el texto, se prevé indulto para presos con "enfermedad graves permanentes" que exija cuidados continuos que no puedan ofrecerse en la cárcel, presos con "paraplejia, tetraplejia o ceguera" adquirida posteriormente la práctica del delito y enfermos con VIH en estado terminal.
5 de febrero 2019, 22:20 GMT
El juez de cada caso específico decidirá si concede el indulto, después de escuchar a la Fiscalía y a la defensa del condenado.
No obstante, este beneficio no vale para presos condenados por delitos de sangre, corrupción, tortura, terrorismo, violación, corrupción de menores y tráfico de drogas, entre otros.
Normalmente el indulto se concede todos los años un poco antes de Navidad, pero el pasado año Bolsonaro, recién elegido, afirmó que su Gobierno no concedería ninguno.