"La principal ventaja de los sistemas rusos más modernos es su eficacia inalcanzable, y además, los colegas extranjeros reconocen que los equipos rusos son cien veces más baratos que cualquier otro sistema que apunta hacia Rusia, incluido el sistema antimisiles estadounidense", dijo en una rueda de prensa.
El ministro aseguró que la modernización de las Fuerzas Armadas rusas no prevé un aumento del gasto público ni la implicación del país en una nueva carrera armamentista.
El objetivo clave de esta labor —reiteró— consiste en garantizar la seguridad militar del país sin aumentar el gasto público y sin entrar en una nueva carrera de armamentos.
A finales de diciembre de 2018, el Ministerio de Defensa ruso realizó con éxito un lanzamiento de prueba del misil Avangard dotado de una ojiva capaz de desplazarse a velocidades hipersónicas (su velocidad máxima supera más de 20 veces la del sonido).
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El misil despegó desde la región de Oremburgo y tras cubrir una distancia de unos 6.000 kilómetros impactó contra un blanco instalado en el polígono de Kurá, en la península rusa de Kamchatka.
En su anterior mensaje anual al Parlamento, en marzo de 2018, el presidente Putin presentó el nuevo armamento estratégico ruso.
El mandatario mencionó, en particular, los sistemas de misiles hipersónicos Kinzhal, Avangard y Burevestnik, el cañón láser Peresvet y el dron submarino Poseidón de propulsión nuclear.
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