"Si esperamos hasta verano, los animales pueden morir porque sus enfermedades se irán agravando", advirtió Vladímir Rákov, del Instituto Oceanográfico del Pacífico con sede en Vladivostok.
El experto explicó que en la temporada de verano hay mayores cantidades de enterovirus, Escherichia coli y otros microorganismos patógenos en el mar, habida cuenta de que se reproducen más en condiciones más cálidas.
Para los animales de sangre fría, añadió, también puede resultar letal simplemente una temperatura elevada, de más de 15 grados Celsius.
Anteriormente, un entrenador que trabaja en Srédnyaya confirmó que en los corrales de la bahía Srédnyaya, cerca de Najodka, permanecen 10 orcas y 87 belugas, a las que preparan para trabajar en centros oceanográficos.
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Algunos de estos animales han estado allí desde julio, según los ecologistas. Es el mayor número de criaturas marinas que siguen cautivas en un espacio reducido. Legalmente, deberían utilizarse para trabajos científicos y educativos, pero se teme que la mayoría acabe en parques de atracciones de China, donde pagan millones de dólares por estos mamíferos marinos.
A favor de su liberación se expresaron diversas celebridades, entre ellas los actores Leonardo DiCaprio y Pamela Anderson, o el explorador Jean-Michael Cousteau.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó al Ministerio de Recursos Naturales y al de Agricultura decidir el futuro de estos animales cautivos antes del 1 de marzo, junto con la comunidad científica y diversas ONG. El titular de Recursos Naturales y Ecología, Dmitri Kobilkin, aseguró este 4 de marzo que próximamente se va a elaborar una hoja de ruta para liberarlos y garantizar su reintegración en el entorno natural.
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