"Si somos aliados de la OTAN y Turquía necesita algo, ustedes hubieran debido vendérnoslo; y si ustedes [EEUU] no quieren vender, no interfieran cuando Turquía compra lo que necesita a otro país, fuera de la OTAN", dijo Cavusoglu en un discurso en la ciudad turca de Balikesir (oeste), citado por la agencia Anadolu.
"Y estos aliados, que han puesto obstáculos incluso a la compra de las armas más sencillas, de repente comienzan a preocuparse cuando compramos los S-400, ¿por qué se preocupan?", cuestionó.
El 5 de marzo, una fuente anónima del Departamento de Estado de EEUU, citada por el canal televisivo CNBC, afirmó que la posible compra de los S-400 rusos por parte de Ankara podría tener como resultado su exclusión del programa de los cazas estadounidenses de quinta generación F-35, la negativa a transferir otras armas punteras a Turquía e incluso, la aplicación de sanciones en su contra.
En diciembre de 2017, Turquía y Rusia firmaron un acuerdo para la compraventa de los sistemas S-400 por valor de 2.500 millones de dólares.
Washington exige a sus aliados turcos que abandonen los sistemas rusos a favor del análogo estadounidense Patriot.
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El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, ha declarado que Turquía comenzará el despliegue de sistemas S-400 en octubre de 2019.