"A los representantes de la Embajada rusa no se les permitió asistir al juicio. El embajador [Alexandr] Udaltsov planeaba asistir, pero también se le denegó la entrada, dijeron que la sala está llena", explicó a Sputnik el portavoz de la misión diplomática rusa, Alexandr Kudriávtsev.
Según un corresponsal de Sputnik, también se le denegó la entrada a la sala del juicio sin precisar los motivos a los periodistas rusos de Canal 1, RT, Canal 5, el diario Izvestia y la agencia Sputnik.
La oficina del fiscal lituano afirma que las personas, que murieron en las protestas frente a la torre de televisión de Vilna en enero de 1991, fueron asesinadas por soldados soviéticos, pero no proporcionan ninguna evidencia.
Entre los acusados hay dos ciudadanos rusos: Yuri Mel, detenido en Lituania en 2014, y Guenadi Ivanov, un exmilitar que vive en la república báltica.
Te puede interesar: Rusia envía a Lituania una nota sobre la situación con las tumbas de soldados soviéticos
La Duma de Estado (Cámara Baja del Parlamento ruso) calificó el juicio de "proceso político" que nada tiene que ver con la protección de las libertades o los derechos humanos.
En julio de 2018, el Comité de Investigación de la Federación de Rusia abrió un caso penal contra los fiscales y jueces de Lituania por llevar ante la justicia a personas inocentes.
A raíz de este desacuerdo entre ambas 'legitimidades', en Lituania se celebraron diversas protestas no autorizadas que obligaron a la URSS a trasladar allí sus tropas.
La noche del 13 de enero, una columna de tanques se dirigió hacia el centro de la capital. Al menos 14 personas murieron y más de 600 resultaron heridas en estos enfrentamientos.