El pasado 6 de abril, Yakovenko recibió en su residencia al superviviente, junto con su hermano Matthew, para debatir la investigación de los envenenamientos en Salisbury y Amesbury, ocurridos el año pasado.
Met with Charlie Rowley to discuss last year’s events in #Salisbury and #Amesbury. He never heard of the questions we put to the British side. Read our report: https://t.co/dGXPDmcBsj pic.twitter.com/uUTT30A6Bs
— Alexander Yakovenko (@Amb_Yakovenko) April 7, 2019
"Quisiera subrayar que por parte de los hermanos Rowley no escuché ninguna acusación contra Rusia, incluso toda la atmósfera en la que transcurrió la reunión mostraba lo contrario, eso puede observarse perfectamente en las fotos y los vídeos de los corresponsales que estaban presentes", dijo el embajador.
Yakovenko indicó que propuso el encuentro para informar al británico de los pasos emprendidos por Rusia para esclarecer el caso y conseguir que Reino Unido presente una información oficial sobre la investigación y el estado de las víctimas.
El representante de Rusia en Reino Unido advirtió que la reunión con Rowley pudo llevarse a cabo gracias a una iniciativa de The Sunday Mirror, pero durante la cita el sobreviviente no se refirió en ningún momento a que fuera Moscú responsable del envenenamiento a la segunda afectada, la fallecida Dawn Sturgess.
Yakovenko mostró como consecuencia su asombro y total desacuerdo ante el titular de The Sunday Mirror, que atribuyó al británico la polémica frase de que "Fue su país el que mató a mi pareja".
"Puedo asegurarles que nunca se formuló de esa manera (…), es más, Rowley mostró su interés por conocer el enfoque de la parte rusa sobre los sucesos ocurridos, y mostró un deseo sincero de esclarecer la situación", resaltó.
El embajador ruso destacó además que el ciudadano de Reino Unido le confesó que anteriormente se había entrevistado con la primera ministra de su país, Theresa May, pero de ella "no recibió las respuestas que esperaba", por lo que decidió solicitar un encuentro con el líder de Rusia, Vladímir Putin.
Según el funcionario, esa fue además la razón por la que Rowley expresó su deseo de entrevistarse con el representante oficial de Moscú en Londres.
"Si Rowley tiene alguna pregunta adicional referente a la investigación o quiere saber la opinión de la parte rusa, siempre estoy dispuesto a ayudarle, en todo caso, él tiene nuestros contactos y nosotros siempre estamos abiertos al diálogo", subrayó el diplomático.
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El 4 de marzo de 2018, Serguéi Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron atacados con una sustancia de efecto neuroparalizante en la ciudad de Salisbury, a una decena de kilómetros de Amesbury.
El 30 de junio, los británicos Dawn Sturgess y Charlie Rowley ingresaron en un hospital con síntomas de envenenamiento tras perder el conocimiento en su domicilio de Amesbury.
Sturgess falleció varios días más tarde, por lo que Scotland Yard abrió una investigación por asesinato, pero Rowley se recuperó y fue dado de alta.
Las autoridades británicas sospechan que los dos fueron intoxicados con la misma sustancia que fue utilizada contra los Skripal.
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Moscú rechaza las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y sigue reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación.