Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), el consumo de energía en el país aumentó en un 4% a 101.268 cuatrillones de unidades térmicas británicas. El máximo histórico anterior se alcanzó en 100.971 cuatrillones de BTU en 2007, justo antes de la crisis financiera de 2008.
El crecimiento más notable se registró en el consumo de gas natural en el contexto de un aumento del 15% en el uso de gas natural para la generación de electricidad en comparación con 2017.
Según estimaciones preliminares de la compañía de investigación Rhodium Group, publicada en enero de 2019, en Estados Unidos en 2018 por primera vez en los últimos años también aumentaron las emisiones de dióxido de carbono de la combustión de hidrocarburos.
Las estadísticas publicadas sobre el consumo de energía y las estimaciones de las emisiones de CO2, dados los pronósticos anteriores realizados por la EIA, significan que es probable que la cantidad de emisiones nocivas de EEUU siga creciendo, pronostican los periodistas del portal ruso Vesti Finance.
Los escenarios de referencia y optimista sugieren una acentuación del consumo de energía por parte de Estados Unidos en las próximas décadas.
Estados Unidos ocupa el segundo lugar después de China en el consumo de energía entre todos los países del mundo. La proporción de Estados Unidos y China, según los datos de 2016, representó alrededor del 40% de las emisiones nocivas a la atmósfera. La Administración Trump en 2017 informó que abandona el Acuerdo Climático de París, motivando esta decisión al decir que el acuerdo limita el desarrollo de la economía estadounidense.