"Estamos retirando nuestra firma (…) suscribiré un mensaje solicitando al Senado que ponga fin al proceso de ratificación del tratado", dijo el presidente en un acto de la Asociación Nacional del Rifle en Indianápolis (centro-este).

Por su parte, la Casa Blanca aseguró que "el Acuerdo sobre el Comercio de Armas no enfrenta el problema de las transferencias irresponsables de armamento, mientras proporciona una plataforma a quienes buscan limitar nuestra capacidad de vender armas a nuestros aliados".
Además, un alto cargo del Gobierno estadounidense dijo que Estados Unidos sostendrá en los próximos días consultas con sus aliados acerca de su decisión de retirarse del Tratado sobre el Comercio de Armas y los alentará a seguir el mismo camino.
"Hemos tenido consultas con aliados y las proseguiremos en los próximos días", dijo el funcionario a periodistas.
Washington alienta a otros países a seguir una política similar a los estándares estadounidenses sobre el control de transferencias de armas convencionales, según el alto cargo.
"Creemos que entraña riesgos innecesarios a los derechos consagrados en la Segunda Enmienda".
El alto cargo también comentó a los periodistas que "algunos de los principales exportadores de armas, como Rusia y China, no son partes del tratado (…) de modo que no tienen ninguna limitación. También preocupa a EEUU el proceso de modificaciones del tratado".
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El tratado, que entró en vigor en diciembre de 2014, "regula el comercio internacional de armas convencionales, desde armas pequeñas hasta carros de combate, aeronaves de combate y buques de guerra", indica un documento de las Naciones Unidas.
Estados Unidos es uno de los 130 países signatarios, pues en 2013 el entonces presidente Barack Obama (2009-2019) estampó su firma en el tratado, pero quedó pendiente la ratificación parlamentaria.