"Después de que EEUU provocara fricciones comerciales, a China no le quedó otro remedio sino tomar medidas en respuesta, a consecuencia de lo cual se vieron afectadas las relaciones comerciales y de inversión entre ambos países", señala un libro blanco publicado por el Consejo de Estado para aclarar la posición de Pekín respecto a las consultas económicas y comerciales con Washington.
"Estas dificultades siempre han surgido porque EEUU se retracta de los acuerdos, dice una cosa y hace otra, no da muestra alguna de sinceridad y buena fe [...] Las conversaciones comerciales han sufrido un fracaso contundente y la responsabilidad recae enteramente en la parte estadounidense", resalta el libro blanco.
Pekín deja claro que no piensa hacer concesiones a Washington en temas importantes.
"Es necesario respetar la soberanía y la dignidad de la otra parte en las consultas. El acuerdo al que lleguen las partes ha de ser equitativo y mutuamente ventajoso. China jamás hará concesiones en cuestiones importantes, de principios", advierte el documento.
Al mismo tiempo, el libro blanco indica que "la pugna entre EEUU y China será perjudicial a las dos partes".
"La única opción correcta es la cooperación. China está dispuesta a colaborar para resolver la controversia y las discrepancias actuales en el comercio", dice el documento.
Ambos países se han impuesto desde entonces varias baterías de aranceles recíprocos, la más reciente, a principios de este mes.
Te puede interesar: ¿Qué sucederá si China utiliza su 'arma más potente' en la guerra comercial con EEUU?
El 1 de junio, China incrementó del 5 al 25% las tarifas de mercancías estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, varias semanas después de que EEUU elevara del 10 al 25% los aranceles a las importaciones chinas por 200.000 millones de dólares.